miércoles, 19 de agosto de 2009

El Profesor y la Buena Convivencia Escolar


En ocasiones, el hecho de trabajar bajo la presión de la desobediencia, la falta de respeto o la agresividad injustificada, no sólo es poco razonable, sino que resulta dañino para la autoestima profesional del docente. Los profesores/as tienen que aprender a proteger, con conocimiento y habilidades profesionales, su identidad personal del conjunto de circunstancias adversas, a veces impredecibles, a los que se ven expuestos.

Los docentes deben aprender a poner distancia profesional entre su propia personalidad y las tareas del ejercicio de su actividad. Sólo aceptablemente seguros de que dominan las situaciones, generalmente bastante complejas, a las que tienen que hacer frente, pueden asumir tareas para las que no fueron preparados, en la mayoría de los casos, durante su formación universitaria. Así, la actualización de conocimientos se convierte, no solo en un elemento que enriquece su actividad, sino que también, en una suerte de garantía de que están preparados para nuevos desafíos.


Por tanto, para mejorar convivencia escolar y los posibles conflictos que aquejan a los docentes, se requiere un sistema de formación que pueda ser activado desde el propio Establecimiento Educativo. Un sistema abierto que permita tener siempre disponibles recursos y ayuda para abordar los problemas, con frecuencia poco predecibles, que pueden irse presentando en el devenir de la vida cotidiana en el Establecimiento.